¿Es posible la libertad sin independencia financiera?

María Fernanda Ortiz

noviembre 11, 2021

Soy una firme creyente de que la independencia financiera es la clave para el empoderamiento de las mujeres. Cómo llegué a esta creencia, no estoy muy segura. Es cierto que mi mamá es una mujer fuerte y trabajadora que siempre participó en la vida financiera de mi familia. Pero también es verdad que cuando nació mi primera hija no dudé en renunciar a mi trabajo para cuidarla.

La vida me presentó oportunidades para poder combinar mis diferentes roles trabajando desde mi casa. ¿Cuánto tiempo hubiera tardado en reincorporarme a la vida laboral si no me hubieran ofrecido trabajar de esta forma y qué consecuencias hubiera tenido en mi actual independencia financiera? Nunca lo sabré, lo cierto es que en estos años he visto a algunas de mis amigas permanecer más tiempo del que debieron en un matrimonio, a otras luchar por salir adelante después de un divorcio y, a otras más, tener dificultades para contribuir económicamente en momentos de crisis en su familia por no haber seguido su carrera profesional.

Las mujeres seguimos enfrentando diferencias en oportunidades y en muchos casos nos vemos obligadas a tomar decisiones difíciles para equilibrar la vida profesional con la de  pareja y la maternidad, lo que puede tener consecuencias negativas en nuestra capacidad de autosuficiencia económica. Ante este dilema quisiera plantear algunas ideas:

  • Es importante educar a las nuevas generaciones, ya sean hombres o mujeres, a vivir en pareja de forma más igualitaria. Esto tiene consecuencias para ambas partes, por un lado, los hombres tienen que involucrarse más en las labores domésticas y de cuidado de los hijos, mientras las mujeres tenemos la posibilidad de contribuir económicamente a la familia y construir una carrera profesional que nos brinde seguridad financiera.
  • Una relación de este tipo implica que las mujeres también debemos contribuir a la economía familiar estableciendo acuerdos en pareja, es decir, no es sostenible en una pareja construida en igualdad pensar que el dinero que ganas como mujer es para ti, mientras que el hombre tiene la obligación de mantener a la familia.
  • No significa que como mujer no puedas dejar de trabajar para cuidar a tus hijos pequeños, si eliges tenerlos, sin embargo, no deberías de dejar de hacerlo por mucho tiempo, pues reincorporarte a la vida laboral después de una pausa larga puede resultar difícil.
  • La independencia financiera también implica ser sujeto de crédito, es decir, tener servicios a tu nombre, una cuenta de cheques y una tarjeta, también a tu nombre, que te permitan construir un historial crediticio para enfrentar emergencias, comprar un coche y, por qué no, un departamento.

  • Es importante también mantener siempre el control sobre tu dinero, tus gastos y tus propios ahorros. Hay momentos en la vida que es difícil ahorrar, sin embargo, debe ser un asunto prioritario. Tener ahorros propios nos permite enfrentar la vida con más seguridad.

  • Por último, será de gran ayuda responsabilizarse de contratar las herramientas de prevención que consideres oportunas, como seguro de gastos médicos, de vida, para el retiro, de educación para tus hijos y otorgar un testamento. La prevención es una parte fundamental de la seguridad financiera, pues ayuda a enfrentar crisis de una mejor manera.

Cuando crecemos y nos convertimos en adultos aprendemos que la libertad, es decir, la posibilidad de tomar decisiones propias, siempre va a acompañada de responsabilidad, es así que si queremos ser libres financieramente tenemos que construir nuestra independencia y luchar por mantenerla.


¿Crees que tienes independencia financiera?

Tienes a tu nombre: 


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